14 de septiembre de 2011

Revista dfensor 09-11 "Educación para la paz para erradicar la violencia en las aulas". Disponible en versión PDF aquí.

Editorial


Educación para la paz para erradicar la violencia en las aulas


Ilustración: Edgar Sáenz Lara/CDHDF.

La violencia que hoy lamentablemente lacera a nuestro país exige al Estado y a la sociedad en su conjunto una respuesta impostergable, eficaz y de largo alcance con el fin de construir estrategias de paz que fortalezcan una sociedad respetuosa y que confíe en el valor que tienen los derechos humanos para alcanzar una verdadera convivencia democrática.

En la actualidad niños, niñas, hombres, mujeres y personas adultas mayores nos hallamos en un escenario complejo donde diversos tipos de violencias como la social, la estructural, la institucional, la cultural, la de género y la mediática, entre otras –que son alimentadas por la desigualdad, la pobreza, la exclusión y la discriminación–, impactan negativamente en nuestros ámbitos de convivencia. La familia y la escuela, las dos principales instituciones socializadoras, no podían ser la excepción. Concretamente, es preocupante que el fenómeno del acoso escolar (manifestado en maltrato, amenazas, golpes, etc.) esté vulnerando sistemáticamente ciertos derechos que son fundamentales para el desarrollo de la infancia, como a la educación y a vivir en un entorno libre de violencia, establecidos en los artículos 19, 28 y 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Sin embargo, la deuda con la infancia en México se vuelve aún más titánica al considerar que casi 24 millones de niños y niñas viven diariamente en condiciones de pobreza, desnutrición, violencia y falta de acceso a los servicios sociales básicos, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Ante este panorama, desde la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) lanzamos un llamado a las y los actores políticos y sociales para que protejan y garanticen efectivamente la realización de todos los derechos de la infancia mediante el reconocimiento de su dignidad y la protección de su integridad.

A la fecha, sigue siendo cuestionable que frente a la violencia escolar los esfuerzos institucionales se enfoquen en acciones coyunturales e inmediatas por medio del establecimiento de técnicas de “mano dura” que incrementan la fractura del tejido entre la comunidad estudiantil.

Es prioritario que apostemos a la creación de estrategias integrales de prevención de la violencia y a la consolidación de una sólida cultura de paz y de diálogo para la resolución noviolenta de conflictos en cada uno de nuestros ámbitos de convivencia.

El objetivo es lograr que el respeto, la tolerancia y la equidad se conviertan en el motor de cada una de nuestras acciones con el fin de acercarnos a la seguridad, la justicia y la democracia que tanto anhelamos en este país.


Sección Opinión y Debate


Acercamiento al fenómeno del acoso escolar (bullying)

Por Graciela Alpízar Ramírez

Para sentirme mejor en la escuela necesito...
que mis compañeros no me peguen.
Cristian Leo, 7 años, D. F.


Ilustración: Edgar Sáenz Lara/CDHDF.

El acoso escolar y el consumo de drogas en la infancia y la juventud son una preocupación para la sociedad, la cual convoca a instituciones y organizaciones al diseño e instrumentación de programas de protección para este sector de la población. El acoso escolar también es llamado hostigamiento escolar o bullying (palabra inglesa que significa matón). Es muy reciente hablar de él; sin embargo, cualquier persona que haya transitado por una escuela ha sufrido o ha sido testigo de este problema.

Referirse a dicho fenómeno es producto de la visibilización de la violencia que permea todos los ámbitos, incluyendo la escuela. Un estudio exploratorio realizado en el Distrito Federal obtuvo la percepción de estudiantes: 92% de nivel primaria y secundaria reportó que ha tenido acoso escolar, y 77% ha sido víctima, quien agrede o testigo de actos de violencia dentro de las escuelas. Estos datos permiten develar y dimensionar el problema.

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) entiende por acoso escolar los procesos de intimidación y victimización entre iguales, es decir, entre compañeros y compañeras de aula o de centro escolar. Para Olweus, una persona sufre hostigamiento escolar o es victimizada cuando es expuesta en forma reiterada y a lo largo del tiempo a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes.

Seguir leyendo, pp. 6.

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Gestión de la diferencia en la escuela: un aspecto silenciado en la formación para la convivencia

Por Lucía Elena Rodríguez Mc Keon


Ilustración: Anahí G. Alba Navarrete/CDHDF.

Es común escuchar a los maestros decir que la escuela ya no es lo mismo que era antes. En poco tiempo, el espacio escolar ha dejado de ser lo que fue hasta hace algunos años. El agobio frente a la dificultad para contrarrestar el clima de violencia que se incrementa día a día en nuestro país –y que pareciera convertirse en algo “natural” cada vez más en todos nuestros ámbitos de vida– hunde en la desesperanza a miles de profesores que ven desmoronarse ante sus ojos los pilares de un dispositivo escolar que al ser hecho para otro tiempo no puede adaptarse con flexibilidad a los nuevos tiempos. [Por ello, es necesario] propiciar un tipo de formación para la convivencia que se contraponga con aquella que por siglos ha contribuido a forjar un modo de ser comunidad que legitima la violencia de la desigualdad en las relaciones étnicas, de género, clase y también entre los niños y jóvenes con los adultos.

El resquebrajamiento de los principios que hasta hace muy poco habían dado sentido y organicidad al proceso formativo en la escuela, perfilando con ello un modo de ser una comunidad fuertemente jerarquizada y autoritaria, es hoy un tema fuertemente debatido.

Ante las preocupaciones que concitan el agotamiento de las estrategias que tradicionalmente habían funcionado como mecanismos para el disciplinamiento de niños, niñas y jóvenes, y en general, para la resolución de conflictos, se bifurcan en diversas opciones que abren caminos opuestos: frente a la tendencia a mantener y reforzar las normas existentes a través de la exclusión de cualquier tipo de diferencia y la imposición de penas más severas que se justifican con el argumento de la mano dura, surge la necesidad de probar nuevas soluciones, caminos alternativos que permitan replantear el modelo de comunidad que se construye en la escuela como vía para favorecer el aprendizaje de modos de convivir más democráticos e incluyentes, y que pongan en el centro la noción de los derechos humanos.

Seguir leyendo, pp. 12.

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Violencia entre pares, reflexiones desde la butaca

Por Nashieli Ramírez Hernández


Educar para una cultura de paz significa educar
para la crítica y la responsabilidad,
para la comprensión y el manejo positivo de los conflictos,
así como potenciar los valores del diálogo y el intercambio
y revalorizar la práctica del cuidado y de la ternura,
todo ello como una educación pro social
que ayude a superar las dinámicas destructivas
y a enfrentarse a las injusticias.
Vicenc Fisas**



Nuevas aproximaciones a un viejo fenómeno

Con el surgimiento de la escuela pública hacia el siglo XVIII aparece lo que hoy conocemos como violencia entre pares, acoso y violencia escolar o bullying. Desde la literatura del siglo XIX, autores como Charles Dickens en Oliver Twist y La vida y aventuras de Nicholas Nickleby, Thomas Hughes con su novela Tom Brown’s schooldays, y el escritor mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi en su Periquillo Sarniento documentan este fenómeno.

Seguir leyendo, pp. 18.

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Reflexiones sobre la relación violencia de género y violencia escolar

Por Irma Saucedo González


Ilustración: Anahí G. Alba Navarrete/CDHDF

Introducción

Una de las problemáticas que enfrenta la sociedad mexicana actualmente es la violencia en todos los ámbitos y espacios de la vida y la incapacidad del Estado mexicano para diseñar políticas públicas de prevención. Una de las razones por las cuales esto pasa se debe, en parte, a una mirada que interpreta los hechos violentos de manera fragmentada y en compartimentos estancos. Por esta razón se debe enfatizar que las reflexiones que solamente abordan los hechos violentos en el ámbito escolar son insuficientes y muchas veces peligrosas, ya que tienden a etiquetar grupos de jóvenes, comunidades y escuelas sin aportar información sobre los contextos familiares, comunitarios y las historias de vida de quienes se agreden o son víctimas de agresiones.

Las reflexiones que se presentan a continuación se derivan de la experiencia de un trabajo de investigación-acción que se desarrolló de septiembre de 2007 a diciembre de 2008. El proyecto “Promoviendo políticas públicas para la prevención de la violencia sexual en secundarias” culminó con una intervención tipo piloto de prevención primaria de violencia sexual en una escuela secundaria de la delegación Iztapalapa.

Seguir leyendo, pp. 23.

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Acostumbrarse a la violencia es lo peor que nos puede pasar como sociedad

Entrevista a Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación del Distrito Federal.


Fotografía: Archivo CDHDF.

En 1973 el psicólogo noruego Dan Olweus efectuó las primeras investigaciones con estudiantes víctimas de acoso, maltrato, amenazas e intimidación por parte de sus compañeros de clase, fenómeno conocido como bullying (acoso entre pares). Desde entonces y hasta la fecha diversos estudios han evidenciado la necesidad de analizar el fenómeno de la violencia escolar en un contexto de violencias –la intrafamiliar, de género y social, por ejemplo– que se nutren de factores como la desigualdad social, la pobreza, la discriminación y la inseguridad, entre otros.

Lamentablemente, en nuestro país las autoridades educativas aún no consolidan una visión integral y preventiva para analizar y enfrentar esta problemática. A este respecto, en entrevista con dfensor, el secretario de Educación del Distrito Federal, Mario Delgado Carrillo, advierte que actualmente existen autoridades educativas que tienen la postura de seguir evadiendo el problema, “pues han de pensar que está afuera de las escuelas y no adentro, para no tomar ciertas responsabilidades”.

Sin embargo, éste no es el único obstáculo para la implementación de políticas públicas de largo alcance a favor de la construcción de una cultura de paz, tanto en la sociedad como en las aulas, ya que desde esta propia secretaria se está abordando el tema como una problemática coyuntural.

Seguir leyendo, pp. 28.


Sección Acciones

CDHDF emite Recomendación 4/2011 a SSDF, SGDF y PGJDF

Seguir leyendo, pp. 32.

CDHDF emite Recomendación 5/2011 a la delegación Coyoacán, SACM, Seduvi y Setravi

Seguir leyendo, pp. 34.

Sección Referencias

Informe del experto independiente para el estudio de la violencia contra los niños, de las Naciones Unidas.

Paulo Sérgio Pinheiro

Ilustración: Anahí G. Alba Navarrete/CDHDF.
En este texto presentamos un fragmento del primer estudio exhaustivo y de conjunto llevado a cabo por la Organización de las Naciones Unidas sobre todas las formas de violencia contra las y los niños. Fue realizado de manera directa y constante con ellas y ellos, quienes participaron en todas las consultas regionales llevadas a cabo en relación con el estudio, describiendo de modo elocuente la violencia que sufren y sus propuestas para ponerle fin. En este texto abordaremos los factores que originan la violencia contra la población infantil, las estadísticas a nivel mundial al respecto, y centraremos esta problemática en la escuela y en otras instituciones educativas, así como en las propuestas de solución.


Seguir leyendo, pp. 38.

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Hacia una educación global para formar ciudadanos

Rigoberta Menchú


Ilustración: Edgar Sáenz Lara/CDHDF.

De acuerdo con algunos conocimientos de nuestros ancestros mayas, nuestros abuelos y abuelas, nos encontramos en una época de la humanidad donde hay una crisis global que significa decadencia global, decadencia espiritual, decadencia material y decadencia social.

Y, si no aceptamos que la decadencia es global podemos terminar remendando los problemas que tenemos, pero no vamos a encontrar los caminos del futuro.

Si partimos del hecho que hay una decadencia global, entonces con más razón debemos de plantearnos reformas, tanto institucionales como metodológicas. Y [también pensar] la reforma de cómo podemos volver a volcar nuestra mirada al saber de nuestra población, pues dentro de la población hay expertos en la resolución de conflictos, la resolución de problemas y gracias a eso es que nuestras sociedades existen hoy.

En cuanto a la decadencia, uno de los principales problemas es que se hace énfasis a la formación de las personas, pero no en una visión social, espiritual y material para el bien común.

Seguir leyendo, pp. 47.

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Escuela de Formación, una alternativa a la violencia en la comunidad educativa


Ilustración: Anahí G. Alba Navarrete/CDHDF.

La tarea educativa de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) ha intencionado la sensibilización, capacitación y, de manera enfática, la formación en y para el ejercicio de los derechos humanos dirigida a poblaciones diversas como lo son las niñas, los niños, y las y los adolescentes y jóvenes. También, desde hace varios años, se ha puesto un acento estratégico en la formación de la población adulta, respondiendo a la demanda democrática y de cultura de paz que requiere la sociedad en la que vivimos.

Un tema que ha cobrado relevancia actual –aunque no es un asunto nuevo– es el de la convivencia escolar; es por ello que el personal docente y las y los servidores públicos que se encuentran de una u otra manera relacionados con el ámbito educativo representan un sector importante como agentes de cambio en la transformación social y en el proceso civilizatorio, dada la responsabilidad social que tienen al ser la cara del Estado y, por tanto, garantes de los derechos. Es así que, teniendo como población objetivo a este sector, la Dirección General de Educación por los Derechos Humanos cuenta con el Programa Escuela de Formación, que es una estrategia educativa que entre su oferta imparte talleres, cursos y diplomados en los que se abordan temas como derechos humanos, derechos de la niñez, prevención del maltrato y abuso sexual infantil, explotación sexual comercial infantil, educación para la paz, resolución noviolenta de conflictos, género y no discriminación, entre otros.

Seguir leyendo, pp. 50.

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El cyberbullying en México: acciones para limitar su avance

Vanessa Maya Alvarado y Daniel Tapia Quintana


Ilustración: Ana Karen Olivares Vargas,
Julián Anaya Martínez y Marisela Valdés Silva/enap.

En los últimos años, la violencia escolar se ha extendido entre las y los estudiantes mexicanos como respuesta a los problemas de convivencia en el hogar, el entorno social o la violencia reflejada en los medios de comunicación. El balance de la agresividad en los planteles educativos es preocupante. Distintos informes coinciden en señalar que existe un incremento progresivo de dicho fenómeno en México (sep, 2008; INEE, 2007).

La violencia escolar es resultado de las relaciones entre los agentes educativos (profesores, estudiantes, padres y directivos). Dicho fenómeno tiene una explicación multifactorial en la que están presentes aspectos de personalidad, escolares, familiares y de relaciones interpersonales que predisponen a la violencia; de igual manera pueden estar inmersos factores como el contexto social y el económico.

De acuerdo con la Fundación Este País (2007), los factores asociados con la violencia en la escuela son de dos tipos: escolares y extraescolares. Dentro del primer grupo se encuentra lo relacionado con la escuela, su entorno y la interacción de las y los alumnos con la institución educativa. En el segundo grupo aparecen los aspectos personales y familiares de las y los estudiantes.

Seguir leyendo, pp. 55.

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Políticas públicas, no discriminación y diversidad sexual

Mario Alfredo Hernández

Para Alejandro Juárez Zepeda.

Ilustración: Edgar Sáenz Lara/CDHDF.
Por mucho tiempo, el Estado ha abdicado de su obligación de garantizar derechos y libertades, en condiciones de igualdad y no discriminación, a las personas con preferencia sexual o identidad de género no convencional. La cuestión, como ha señalado Tony Kushner, implica una invisibilización del tema en la agenda pública, dado que los derechos “pueden lograrse o no, sobre fundamentos amplios o limitados, pero la liberación depende de una política que dé pasos más allá del solo reconocimiento legal, no de un retroceso antipolítico”. La discriminación, en este caso, es consecuencia tanto de la acción individual que genera espacios de inseguridad y violencia, como también de la omisión estatal en el diseño y aplicación de legislación y políticas públicas.

Si se las observa en perspectiva histórica, las sociedades latinoamericanas modernas aparecen con una identidad política insuficientemente laica y posconvencional en la que la cohesión social sea resultado de un consenso acerca del texto constitucional como fundamento del Estado de derecho y la garantía universal de libertades.

Seguir leyendo, pp. 59.

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