El 20 de noviembre de 2009 se conmemoraron 20 años de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Convención supuso una gran transformación social, ya que reconoció a los niños y niñas como protagonistas de su propio desarrollo y no una posesión de sus padres y familias. Exigió a la sociedad que actuara en el mejor interés para los niños y niñas, y reconociera sus derechos para expresar sus opiniones, ser escuchados y actuar apropiadamente. La Convención fue ratificada por 192 países, convirtiéndola en el instrumento de derechos humanos más universal.
A pesar del progreso de estos 20 años, millones de niños y niñas en el mundo aún no gozan plenamente de sus derechos más fundamentales. Por este motivo, organizaciones civiles a favor de los derechos de la infancia, instancias académicas, instancias gubernamentales y organismos internacionales volvieron a unirse para renovar la determinación individual y colectiva, y dar un paso a delante y conseguir que el espíritu de la Convención penetre más profundamente en la sociedad, en el día a día, y en las acciones y presupuestos de los Estados parte.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en América Latina y el Caribe, cada año más de seis millones de niños y adolescentes sufren abusos severos. Cerca de 220 niños, niñas y adolescentes menores de 18 años de edad mueren cada día a causa de la violencia doméstica; cada hora de cada día 28 niñas, niños y adolescentes son sexualmente explotados. En el informe El estado mundial de la infancia 2009, Unicef indica que entre 70% y 80% de las víctimas de abuso sexual son mujeres, en 50% de los casos de abuso los perpetradores viven bajo el mismo techo que las víctimas y 75% están estrechamente relacionados con las víctimas.
A ello se suma el hecho de que muchos niños, niñas y adolescentes no pueden ejercer su derecho a crecer en una familia, y no existen registros oficiales que permitan conocer la cantidad y situación de la niñez sin cuidado parental o en riesgo de perderlo. Existe evidencia de que dicha población está expuesta a múltiples violaciones al ejercicio de sus derechos como discriminación, atentados en contra de la vida e integridad personal, maltrato, abuso sexual y explotación económica, desintegración familiar, violencia intrafamiliar, entre otras.
Para resolver estas situaciones la única solución posible es la formulación de políticas públicas con perspectiva de derechos, dirigidas a disminuir las causas de tipo económico, social y cultural que impactan negativamente en la niñez y adolescencia de nuestro país.
DFENSOR se une a esta conmemoración reuniendo las voces y opiniones de expertas y expertos nacionales e internacionales, y datos estadísticos de importantes referentes, todo con una mirada lacerante a la sórdida realidad que viven algunas niñas y niños en nuestro país. Conocer ésta es fundamental para llevar a cabo las acciones que la puedan transformar.
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