Fotografía: Ghalib Elhateb. |
¿Se puede creer que hemos superado la época de los regímenes totalitarios del siglo pasado, si mantenemos actitudes discriminatorias que han convertido nuestros entornos en laboratorios de depuración o “limpieza” social donde se criminaliza y excluye a quienes viven y piensan de forma diferente?
La respuesta es negativa si observamos diversos hechos denigrantes como los desplazamientos y encierros forzados de los que actualmente son víctimas incontables personas que viven y trabajan en las calles de nuestro país para “limpiar” la imagen urbana; los asesinatos masivos dentro de cárceles y centros de rehabilitación de adicciones para “deshacerse” de quienes representan una supuesta amenaza a la población; los linchamientos de quienes son socialmente condenados por delitos; el ocultamiento de personas indígenas en los centros turísticos…
Bajo éstos y otros argumentos falaces de “progreso” y “seguridad”, el Estado victimiza a las poblaciones laceradas por la pobreza y la exclusión al no beneficiarlas con la debida protección y la garantía de los derechos que les permitan un desarrollo completo. Además, vulnera su integridad física, psicológica y emocional por medio de leyes y políticas inmediatistas que, sin llegar a la raíz del problema, acrecientan el círculo vicioso de la discriminación e impiden el restablecimiento de la cohesión social.
Ante este panorama es justo considerar y apoyar las soluciones con enfoque de derechos humanos que implican primeramente el reconocimiento de las poblaciones excluidas como sujetos de derechos; la aplicación de estrategias de gobierno integrales y sustentadas en el principio rector de la no discriminación que sensibilicen a la sociedad en general, a líderes de opinión y a las y los servidores públicos de todos los niveles para dar un tratamiento adecuado a este fenómeno social y así superar las falsas creencias y estereotipos negativos que justifican la discriminación, la violencia y las acciones de limpieza social.
Tras los casos documentados de desplazamientos y encierros forzados de poblaciones callejeras en la ciudad de México que han motivado la emisión de dos recomendaciones por parte de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf), y que sólo han sido parcialmente aceptadas, es urgente ofrecer a este grupo estrategias de desincorporación gradual de la calle y de acceso voluntario a espacios donde se respeten sus derechos humanos, lo cual apoyaría a su proceso de inclusión social.
Erradicar los actos de limpieza social implica avanzar en la consolidación de un sistema de seguridad ciudadana que evite el desborde de la violencia selectiva o fincada en atributos de las personas determinados por la condición social, preferencia sexual, edad, género, oficio, etc. No es posible permitir que la exclusión social siga legitimando los abusos y arbitrariedades que cometen las autoridades capitalinas.
______________________________________________________________________________________________
OPINIÓN Y DEBATE
Limpieza social y paramilitarismo: fractura del Estado de derecho
Fotografía: Joaquín J. Abdiel/cdhdf. |
La limpieza social se ha convertido en un recurso criminal, intimidatorio y de alto riesgo en el actual contexto de violencia generada por el combate a la delincuencia en México. Grupos paramilitares que son por definición escuadrones de limpieza social tienen el objetivo de eliminar delincuentes y luego amplían su campo de operaciones hacia un abanico de sectores estigmatizados socialmente como peligrosos. Por lo tanto, deshacerse de la basura social es, qué duda cabe, una pretensión utópica y de clase, porque en realidad solo supone el agotamiento del Estado de derecho.
_____________________________________________________________________________________________________
Limpieza social y derechos de las personas vinculadas a la vida en espacios públicos
Limpieza social y derechos de las personas vinculadas a la vida en espacios públicos
Por: Rocío G. Morales Salazar
Fotografía: Carlos Bambu/El Caracol, A. C. |
Seguir leyendo pp. 13
_______________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________
Despoblando el espacio público: operaciones de limpieza social
Por: Norma del Río
Por: Norma del Río
Fotografía: Nadia Balderas/El Caracol, A. C. |
Seguir leyendo pp. 20
_______________________________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario