5 de diciembre de 2012


Política de drogas y derechos humanos


EDITORIAL


En drugstore Cowboy –la película de Gus Van Sant sobre un grupo de jóvenes que se dedican a asaltar farmacias– aparece brevemente William Burroughs en el papel de un sacerdote que profetiza sobre el consumo de drogas. Según él –la película ocurre a finales de la década de 1970–, no pasará mucho tiempo antes de que las personas usuarias, socialmente devaluadas y con sus derechos y libertades básicos negados, constituyan el pretexto para desplegar una estrategia policiaca mundial encaminada al control de los territorios en el mapa de la circulación de sustancias ilegales. En este panorama –según Burroughs–, las personas habrán desaparecido tras sus hábitos de consumo, y lo que observará la sociedad serán criaturas prescindibles frente a las cuales el Estado no tiene ninguna obligación de garantizar seguridad o derechos. No necesitamos un análisis muy fino para darnos cuenta de que éste es el punto en que se encuentra el debate actual sobre las políticas de drogas.
La presente edición de dfensor es una ruta de navegación en el tema, pero desde la perspectiva de los derechos humanos, con la convicción de que detrás de las adicciones, las estrategias de combate al crimen organizado y los tabúes en torno a las drogas, lo que permanece son personas: se trata de hombres y mujeres de todas las edades y posiciones sociales cuyos derechos son vulnerados en mayor o menor grado a partir de los estigmas que se construyen alrededor de ellos y su situación en la cadena de producción, distribución y consumo de sustancias todavía ilegales.
Las personas, desde esta perspectiva, dejan de importar por el dolor que experimentan derivado de la adicción y de la falta de comprensión social, a causa de la ausencia de recursos institucionales para que puedan prevenir y atenuar los efectos negativos de las sustancias en sus cuerpos. Y lo que queda son estadísticas: usuarios estigmatizados que no se diferencian por las causas que los llevaron a la adicción, productores y distribuidores de quienes no se analizan las causas que los condujeron a su imbricación con el crimen organizado, familiares en estado de vulnerabilidad debido a la carencia de información médica y tratamientos éticos.
En este sentido, parecería que los números referidos a cantidades decomisadas, a sicarios y capos abatidos, y a operativos militares y policiacos son síntoma de una estrategia exitosa de combate a las adicciones. Al contrario, una política de drogas que se centra en erradicarlas sin atender a los derechos humanos y en encarcelar a las personas que se relacionan con ellas bajo cualquiera de sus modalidades ha fallado completamente.
Al final de la película de Van Sant, la euforia, el riesgo y la camaradería entre quienes han hecho del consumo de drogas un estilo de vida ceden frente al drama carcelario, al abandono y a la incertidumbre sobre un futuro que, sin atención médica, es sólo el del síndrome de abstinencia y la marginalidad. Evidentemente, ésa no es la calidad de vida que querríamos para nadie. Se ha cumplido, entonces, la profecía de Burroughs; pero está en nuestras manos sabotearla desde una perspectiva que enlace seguridad, rehabilitación y prevención con el paradigma de los derechos humanos.

OPINIÓN Y DEBATE
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF



¿Qué hacer con las drogas?
Por: Arnoldo Kraus
La droga es noticia diaria. La droga y sus vínculos no sólo retratan el mundo sino que lo representan. Los tejidos de la droga son infinitos: desde la miseria como pretexto y  razón para sobrevivir hasta el poder infinito de los capos de la droga, sin soslayar a políticos y derivados policiacos como actores y concesionarios del inmenso negocio de la droga. En medio, los hilos indispensables de esa trama: los consumidores.
Leer completo, pág. 6 


Adicciones: fenómeno paradigmático en salud y trasgresión a los derechos humanos
Por: Félix Aranday Cortés y Enrique Mendoza Carrera


Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
El uso y abuso de las drogas legales y no legales ha generado un debate incesante que en la actualidad se ubica en un contexto que se refiere al derecho a la salud. La razón es que las drogas producen un inicial efecto placentero, paulatinamente provocan un hábito que cada vez exige una mayor dependencia dañando la salud integral de las personas, causando efectos a mediano y largo plazo, a través de enfermedades crónicas y degenerativas. El fenómeno se agudiza por el crecimiento paralelo del número de personas farmacodependientes y de la producción de las industrias tabacalera y bebidas alcohólicas. Esto implica ubicar el fenómeno desde una perspectiva económica, ya que ambas industrias consideran que se agota su responsabilidad social bajo el supuesto de brindar trabajo a muchas personas y con advertir que estos productos son nocivos para la salud, sin pensar en ningún otro tipo de deuda moral y de trasgresión a la salud y los derechos humanos.


La discriminación de los usuarios de drogas en México
Por: Jorge Hernández Tinajero
Fotografía: Maru Lucero/CDHDF
La mirada estigmatizadora en torno al consumo de drogas ilegales habitualmente considera a las personas usuarias como enfermas o delincuentes que deberían ser apartadas de la sociedad. Esto da pie a una reacción de aislamiento por parte de las y los consumidores, quienes suelen autoexcluirse de las relaciones con instituciones y redes sociales; lo que a su vez genera una dinámica que invisibiliza sus necesidades y derechos, y que limita los mecanismos para su inclusión.

Políticas de drogas y derechos humanos
Por: Juan Machín Ramírez
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
Todas las culturas han empleado drogas y su consumo es tan antiguo como la humanidad. Debido a la fuerza y variedad de efectos que producen, las diferentes culturas desarrollaron mecanismos diversos de regulación. Sin embargo, la política prohibicionista se fue desarrollando principalmente en Estados Unidos sobre bases racistas. Por ejemplo, la ordenanza de 1875 en San Francisco prohibía fumar opio por el temor a que hombres chinos engañaran a mujeres blancas en los fumaderos y las llevaran a la perdición... Esta política ha sido impulsada por Estados Unidos –cuando no impuesta al resto del mundo– principalmente mediante convenios, convenciones y declaraciones, como verdadera  cruzada contra las drogas en su autoasignado papel de policía del mundo.


ACCIONES


cdhdf y cidh firman acuerdo  de colaboración institucional
En el marco de las actividades de promoción de los derechos humanos que realiza la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh) en la región, este organismo y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) signaron un Acuerdo de colaboración institucional con el objetivo de sumar esfuerzos en la salvaguarda de los derechos de las personas en aras de justicia.


Dfensor: 10 años de reflexión
En octubre pasado dfensor cumplió 10 años. Con gran emotividad se hizo la presentación de una edición especial que compiló casi una treintena de artículos de plumas destacadas, con el objetivo de plasmar el camino que ha forjado la publicación en pro del debate en torno a los derechos humanos. Al respecto, las y los académicos y periodistas que participaron en la celebración destacaron la importancia de seguir impulsando en el país espacios libres para la reflexión sobre los derechos de las personas.
Leer nota completa. Pág. 33  http://dfensor.cdhdf.org.mx/DFensor_12_2012.pdf


Conmemoran a Digna Ochoa y analizan retos de defensores de derechos humanos
El pasado 18 de octubre se llevó a cabo en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) el foro Conmemorando a Digna Ochoa, con el propósito de rendir homenaje al legado de tenacidad y lucha por la defensa de los derechos humanos que, como mujer y defensora, Digna Ochoa y Plácido dejó a todas las personas que trabajan día a día por los mismos ideales y a la sociedad en su conjunto.
Leer nota completa. Pág. 35  http://dfensor.cdhdf.org.mx/DFensor_12_2012.pdf


RECOMENDACIÓN 8/2012
Afectación a prestadores del servicio público de pasajeros en las rutas 2 y 98


RECOMENDACIÓN 10/2012
Deficiencia en la determinación de una averiguación previa por parte de la pgjdf


Diez años de transparencia y rendición de cuentas en la cdhdf
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) señala que la rendición de cuentas y la transparencia constituyen una obligación de los entes públicos y un derecho de las y los ciudadanos. Al ser un organismo defensor de derechos humanos, la adecuada administración y rendición de cuentas en sus actuaciones se convierte en un factor determinante para su conducción institucional.


REFERENCIAS


Primera encuesta de usuarios de drogas ilegales en la ciudad de México
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
Con el fin de tener un diagnóstico actualizado sobre los retos actuales en la ciudad de México en el campo del uso, abuso y dependencia de drogas, el Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (Cupihd), A. C., realizó esta encuesta para aportar un análisis cuantitativo y cualitativo de aspectos que no son considerados en las encuestas oficiales en la materia. La Encuesta de Usuarios de Drogas Ilegales (eudi) tiene los objetivos de explorar: 1) la relación que las y los usuarios establecen con las drogas, así como los riesgos y daños recurrentes durante su proceso de consumo; 2) el impacto en sus relaciones con otros actores de la sociedad, principalmente familiares, autoridades, especialistas en adicciones y pares usuarios, y 3) el grado de desconocimiento de sus derechos y responsabilidades legales como personas usuarias y los lugares dónde pedir atención en caso de tener problemas por el uso de drogas.


Guía legal de usuarios de drogas

Ofrece información sobre los derechos y las responsabilidades legales de las y los usuarios de drogas ilícitas establecidos en la Ley para el Combate al Narcomenudeo. La ley no permite la posesión de drogas, lo que señala es que si las personas las portan en ciertas cantidades y circunstancias no deberán ser procesadas penalmente. También hace la diferencia entre consumidores, farmacodependientes y delincuentes. Esto es importante para conocer y defender los derechos fundamentales de estas personas, los cuales están consagrados en la Constitución mexicana.


(Des) proporcionalidad y delitos contra la salud en México
Por: Catalina Pérez Correa


Ramona es una mujer de 67 años que sufre de ligero sobrepeso. Su cara está arrugada y sus ojos tristes, pero sonríe cuando me mira. Cuando lo hace se asoman unos dientes amarillos y gastados. Su uniforme beige y naranja le queda ajustado en la cintura pero de todas formas tiene que doblar las largas mangas de la sudadera blanca que lleva debajo del uniforme. Llegó a la cárcel sin saber leer ni escribir, pero ahí terminó la primaria
De septiembre de 2010 a julio de 2011 (un periodo de 11 meses), la Procuraduría General de la República (pgr) reportó la detención de 28 764 personas por delitos contra la salud. De acuerdo con la pgr,  durante 2010 se despacharon en las agencias del Ministerio Público federales del país 138 895 averiguaciones previas, de las cuales, 57 584 (41.4%) fueron por delitos contra la salud. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), en 2010 hubo en México 20 989 sentencias condenatorias por delitos contra la salud. La abrumadora mayoría de estas sentencias son por delitos de posesión en pequeñas cantidades de marihuana o cocaína;  consumidores equiparados a narcomenudistas como lo es Ramona. 

Adicciones en México
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
La más reciente Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011 revela que actualmente el consumo del alcohol es el principal problema de adicción en el país. En cuanto al uso de drogas ilícitas, evidencia que éste se ha mantenido estable con respecto a la misma medición realizada en 2008; asimismo, que existe una epidemia de tabaquismo focalizada en personas adolescentes, adultos jóvenes y mujeres.
Consulta el comparativo de los principales resultados de la ENA en la última década. Pág. 60

Consumo de drogas: un problema de salud más que de seguridad pública

Fuente: CNN México. 
“Nosotros sabemos que las drogas son dañinas para la salud; entonces, ¿por qué debemos legalizarlas? Si sabemos que son peligrosas para la salud de los ciudadanos, hay que desarrollar políticas que no sólo limiten su circulación sino que además puedan atender los problemas de salud que genera su consumo”, declaró en entrevista para dfesnor  Antonio Luigi Mazzitelli, representante regional para México, Centroamérica y el Caribe de la Oficina de las Naciones unidas contra la Droga y el Delito.













7 de noviembre de 2012



DERECHOS DE LA INFANCIA: OPORTUNIDAD PARA SU RECONOCIMIENTO


EDITORIAL

Fotografía: Sonia Blanquel Díaz/CDHDF
¿Podemos considerar que niños y niñas son personas sujetas de derechos plenos después de más de veinte años de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos del Niño (cdn)? Si miramos el marco local, nacional e internacional de derechos humanos seguramente pensaríamos que sí; sin embargo, podemos hacer una revisión crítica de la forma cotidiana en la que concebimos a la infancia para darnos cuenta de que aún prevalecen prejuicios que nos impiden considerar a las y los niños como personas capaces y protagonistas de nuestra realidad.
Aunque México ratificó la cdn en 1990, no existen las condiciones estructurales que permitan el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes ni mucho menos los mecanismos participativos que reflejen fielmente sus opiniones en la política pública.
Sexenios van y vienen y la agenda que atiende los derechos de la infancia se mantiene relegada a programas asistenciales. Por fortuna la reforma constitucional en materia de derechos humanos de 2011 y una serie de modificaciones posteriores en relación con los derechos de niñas, niños y adolescentes son una oportunidad para concretar una ley general de protección que pueda, finalmente, hacer efectivos los derechos de esta población en nuestro país.
Frente al enorme reto que nos plantea el nuevo marco constitucional, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emprendió este año la Estrategia por los derechos de la infancia para hacer patente y llevar a la práctica cotidiana el reconocimiento de nuestra niñez como sujeta de derechos.
Que quede claro: las leyes seguirán siendo letra muerta si como Estado no logramos superar las barreras que históricamente han impedido garantizar el bienestar material y emocional de nuestras niñas y niños y que, como punto de partida, requieren para el ejercicio pleno de sus derechos y libertades.
Ahora como nunca es urgente promover que ellos y ellas sean capaces de tomar decisiones autónomas en lo que se refiere a las circunstancias en las que quieren desarrollar su existencia, en el contexto de la obligación que el Estado y sus familias tienen de brindarles el apoyo para que consoliden su condición de seres humanos en todas las etapas de su vida.
Apostemos desde hoy a la protección plena y garantista de los derechos de nuestras niñas y niños porque esto redundará en una ciudadanía activa y responsable que, en el mediano y corto plazo, se implicará de manera responsable y democrática en la resolución de los problemas impostergables de la nación. ¡Este es el momento!




OPINIÓN Y DEBATE



Sociología de la infancia y los derechos de niñas y niños: ¿un maridaje afortunado?
Por: Iván Rodríguez Pascual

La sociología de la infancia está en busca de un nuevo estatus  para el niño, que lo despoje de su consideración “presocial” (aún no maduro), y que lo identifique a la vez como constructor  y producto de su entorno social y sus condicionantes estructurales e institucionales.
En 2006 había acabado de redactar mi libro Para una sociología de la infancia y había presentado el texto original  para su evaluación al departamento de publicaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (cis) en España. El libro… era una invitación abierta a reconsiderar las múltiples acepciones del término infancia y la manera en que entendemos la posición de niños y niñas (cualquier niño o niña) en nuestras sociedades. Cuando recibí los resultados de la evaluación, me di cuenta de que el asunto más espinoso para mis evaluadores había sido la proposición, manejada desde el primer capítulo y luego esparcida por todo el libro, de que el niño es un sujeto y debe  ser considerado un agente con cierta capacidad de influencia en su entorno social.


El derecho a trabajar: una demanda emergente 
de las y los niños
Por: Manfred Liebel

La Convención sobre los Derechos del Niño (cdn) estipula que todas y todos los niños tienen  el derecho de ser protegidos contra la explotación económica. Muchas veces esta garantía es interpretada en el sentido de que hay que proteger a los niños de tener que trabajar. De hecho, tal como lo estipulan los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (oit) y muchas leyes nacionales, se entienden las prohibiciones del trabajo de niños como manifestación de un derecho humano específico de niños, sin cuyo cumplimiento no es posible la puesta en práctica de otros derechos de este sector como, por ejemplo, el derecho a la educación. Así, en un pronunciamiento de la campaña Stop Child Labour-School is the best place to work se dice: “Los derechos del niño son derechos humanos. Los niños tienen el derecho de estar libres de trabajo infantil y tienen el derecho a la educación”.
Este tipo de interpretaciones no sólo sugieren que de manera general todo trabajo de niñas y niños equivale a explotación, sino que además insinúa que la prohibición del trabajo infantil y las medidas correspondientes sin más ni más irían en beneficio directo de los intereses de las y los niños trabajadores, y que servirían para erradicar la explotación de la niñez trabajadora. De esta manera, en una especie de cortocircuito lógico, el derecho de ser protegido contra la explotación laboral es transformado en el (presunto) derecho de “estar libre de trabajo infantil”.


El derecho a defender derechos humanos ejercido por niñas y niños
Por: Gabriel Soto Climent

El quehacer para defender derechos humanos no es exclusivo de un grupo de personas… Defender derechos humanos es un derecho humano; por lo mismo, debe ser garantizado por el Estado para que todas las personas que decidan ejercerlo lo puedan hacer. Desde esta línea de pensamiento es fácil establecer entonces que las y los niños que ejercen su derecho a defender son personas defensoras de derechos humanos.
La situación es clara: todas las personas, incluidos niños y niñas, pueden ser defensoras, pero ¿qué características son necesarias para que se pueda considerar a una persona como defensora?




Un intento por comprender los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes en México
Por: Mónica González Contró

Hace poco más de un año, para ser exactos el 10 de junio de 2011, nos despertamos con la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la reforma constitucional en materia de derechos humanos. Ésta, que parece todavía estar lejos de ser comprendida y asumida en todas sus dimensiones, fue una de las mejores noticias que pudimos haber recibido las y los mexicanos. Finalmente, tras muchos años de propuestas, debates y negociaciones se nos “reconocía” la titularidad de todos los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados internacionales. Quienes creíamos en la necesidad de este cambio celebramos esta publicación como el inicio de una nueva era en el respeto a los derechos humanos de todas y todos. En particular, desde la perspectiva de los derechos de niñas, niños y adolescentes el suceso era importante; la historia de su reconocimiento constitucional no había sido del todo afortunada. Pareciera como si, tras una buena noticia –derivada de una reforma–, siguiera siempre otra que la anulaba o que por lo menos la oscurecía un poco.






ACCIONES



Llaman cdhdf y osc a firmar  y ratificar protocolo de la cdn

 RECOMENDACIÓN 4/2012
Caso de intervención policiaca  y tortura en el barrio de Tepito

RECOMENDACIÓN 5/2012
Caso de negativa de acceso a la justicia por accidente de tránsito.

RECOMENDACIÓN 6/2012
Caso de exposición ante medios de comunicación y falta de protección a la integridad psicofísica.

RECOMENDACIÓN 7/2012
Caso de difusión de comentarios agraviantes en portal de internet del gdf.



REFERENCIAS



Proyecto de Protocolo Facultativo de la cdn

El 19 de diciembre de 2011 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el Proyecto de Protocolo a la Convención sobre los Derechos del Niño orientado a establecer un mecanismo de comunicación y resolución de quejas sobre las violaciones a los derechos de niños, niñas y adolescentes. De conformidad con el presente Protocolo, las víctimas y sus representantes podrán presentar denuncias de violaciones a los derechos recogidos en la Convención y/o en los Protocolos Opcionales ante el Comité de los Derechos del Niño, siempre y cuando no tengan acceso a la justicia en su país y en caso de que su Estado haya ratificado dicho Protocolo (lo cual México aún no ha llevado a cabo). En vista de lo anterior este nuevo mecanismo pretende equipararse al sistema internacional de protección de los derechos humanos del que ya gozan las personas adultas.


Infancia y políticas públicas
Por: Lourdes Gaitán

Desde un punto de vista sociológico, hablar de infancia es diferente de hablar de niños o de la o el niño. El término infancia expresa la condición común al conjunto de individuos que se encuentran por debajo de una determinada edad. Tal condición no es natural sino que está construida socialmente; es decir, viene definida por el conjunto de normas, reglas y conductas que se atribuyen –social, colectivamente-  al hecho de ser niño o niña en un momento histórico y en una sociedad determinados. El espacio social de la infancia –para la infancia– se construye socialmente y, en consecuencia, presenta peculiaridades históricas, sociales y culturalmente determinadas.
A través de la socialización primaria el niño aprende a ser niño y a comportarse como tal en el marco de la sociedad en que le ha tocado vivir. A la vez que aprende y aprehende la vida, la reinterpreta y la reproduce junto con sus pares, y él mismo contribuye a cambiar la construcción de la infancia. En consecuencia, las y los niños igualmente provocan cambios en la forma de ser niño(a) y reconfiguran la definición de la infancia.


Inversión en la infancia: la experiencia en el estado de Paraná, Brasil
Por: Débora Reis y Jimena Djauara Grignani

El verdadero compromiso de un Estado para la implementación de políticas públicas a favor de los derechos humanos puede ser parcialmente medido por la cantidad de recursos que se asignan en el presupuesto para su cumplimiento. En el caso de los derechos de la infancia, se ha hecho especial hincapié en la importancia de invertir en infancia; la Observación General núm. 5 del Comité de los Derechos del Niño reitera la necesidad de visibilizar a los niños en los presupuestos e insta a los Estados Parte a comunicar las medidas que se han adoptado en todos los niveles de gobierno para que la planificación y la adopción de decisiones, en particular presupuestarias, en los sectores económico y social se lleven a cabo teniendo como consideración primordial el interés superior del niño.


En busca del dato perdido. Sistema de información para cumplir los derechos de la niñez y adolescencia mexicanas
Por: Nashieli Ramírez

Actualmente parecería ocioso hablar sobre la importancia que tiene la información en la toma de decisiones dentro del ámbito gubernamental. El diseño de políticas públicas, el monitoreo de programas y su evaluación requieren de datos provenientes de diferentes fuentes para justificar su permanencia o su desaparición. Por ello, disponer de información es altamente relevante, más aún cuando ésta proporciona conocimiento no sólo acerca de cuántos, quiénes y cómo somos, sino de nuestra vida y de nuestra muerte.
En el caso de los derechos humanos, a pesar de que hacia el primer lustro de este siglo la trascendencia de contar con datos cuantitativos se consideraba en el marco normativo de la mayoría de los instrumentos internacionales y en la obligación de los Estados Parte de presentar informes, su uso era limitado. En ese contexto es que se inicia la generación de marcos conceptuales y metodológicos, considerando así que los indicadores en derechos humanos brindan informaciones concretas sobre el estado de un acontecimiento, actividad o resultado que pueden estar relacionadas con las normas de derechos humanos; que abordan y reflejan las preocupaciones y principios en materia de derechos humanos y que se utilizan para evaluar vigilar la promoción y protección de los derechos humanos.
















18 de octubre de 2012


DFENSOR
10 AÑOS



Diez años de compartir visiones y luchas
Por: Alejandro Solalinde Guerra

dfensor celebra sus diez años como espacio de libertad, como lugar de encuentro para exponer ideas y compartir experiencias en favor siempre del ser humano, en especial, de aquellas personas y colectivos más desfavorecidos. El mérito de dfensor no radica únicamente en su persistencia contra viento y marea, sino en la convergencia de opiniones ricas, doctas y autorizadas por su testimonio y su aval moral. Toda una pléyade apuntalando en cada entrega a la democracia y a los derechos humanos ¡en un contexto tan complejo e incierto como el vivido por México durante estos años!
Al cumplir este décimo aniversario podemos ver el contraste entre el contenido fiel a los derechos humanos y la democracia, y el contexto nacional convulso y violento en el que ya se perdió todo límite y código humano, ya no digamos cristiano. Y estamos hablando de una nación supuestamente católica y cristiana, en la que hoy son más creyentes los que defienden a la persona, que muchos asiduos a la religión.
Basta ver el directorio de la revista para calibrar la calidad de su Consejo, del equipo y de las personas que colaboran en ella. Un esfuerzo así representa para México un respiro de esperanza. No todo está perdido. Existen espacios como éste, desde donde se puede reorganizar la utopía. Felicidades a quienes lo hacen posible. Felicidades también al doctor Luis González Placencia por este logro, y por su gran desempeño en la lucha incansable por la cultura del respeto a los derechos humanos. En la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal encontramos siempre un espacio para nuestros clamores.
[…]
Hemos ido despertando a un mundo plural, preñado de procesos personales, sociales a todos los niveles. ¡México es un prisma polifacético, rico y complejo! Y es también un caleidoscopio variado en formas, texturas y colores, cuyas figuras son interpretadas y leídas desde diferentes ojos y experiencias. Actualmente percibimos realidades leídas desde distintas ubicaciones y puntos de vista. No hay más uniformidad con careta de unidad. La unidad solamente es posible desde la diversidad, la cual ha estado siempre ahí. Existe el derecho a ser y a ser diferente, el problema es que ha faltado reconocimiento a la diversidad, a la pluralidad, y también a las oportunidades de desarrollo integral de sus propios procesos personales y sociales, pero sobre todo ¡desde la libertad!
[…]
No es fácil para quienes transmiten mensajes de justicia y solidaridad, pues éstos desafían intereses poderosos y visiones mezquinas. Debo decirlo: este número de décimo aniversario ¡es un misil subversivo contra todo intento de opresión! Y lo es porque trabaja en el recinto de las conciencias y desde la libertad. No agradará a quienes buscan manipular a la gente para favorecer sus intereses egoístas, y conservar sus privilegios, poder, prestigio y dinero. No les caerá nada bien escuchar argumentos que promueven una sociedad más equitativa, plural e incluyente y nuevas formas de organización ciudadana. Todas estas aportaciones van configurando una comunidad solidaria en torno al ser humano, con prioridad en los más olvidados de nuestra sociedad, los que menos han contado con nuestro cuidado, con nuestro amor.
[…]
No hay realidades simples, sino interpretaciones simples de realidades complejas. Cada perspectiva compartida en este número es una invitación a mirar más y mejor, desde diversas experiencias y ubicaciones. Desde ahí cada quien podrá interpretar las realidades, en particular aquellas a las que uno es más sensible. Cada quien tiene su causa, sin embargo, si las juntamos todas, defienden lo mismo: al ser humano.
La verdad nos hará libres. ¿Qué es eso sino lo que se quiere difundir en dfensor? ¿No es acaso esa verdad la que anhelamos compartir para ser un país más libre de corrupción, pobreza, violencia e inconsciencia? ¿No apostamos por que estas ricas visiones nos lleven a prácticas mejores para sacar a México de la situación en la que está?
La gente en su conjunto es sabia, opina bien; aunque nos cueste trabajo aceptarla. Enhorabuena por este décimo aniversario. Con gusto recibimos la riqueza de su contenido.


DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS


Los dos Méxicos
Por: Jorge Volpi
Núm. 3, marzo de 2010

Desde mediados del siglo xxi, México se había caracterizado por poseer uno de los regímenes laicos más sólidos del planeta: las Leyes de Reforma separaron al Estado de la Iglesia y confinaron a esta última a la esfera privada de los ciudadanos. Sin duda se les puede achacar (sic) una infinita cantidad de defectos a los gobiernos mexicanos que se sucedieron desde entonces, pero el laicismo es uno de sus pocos logros inequívocos, pues permitió el desarrollo de una sociedad más abierta y menos dependiente de los chantajes ultraterrenos. Pero en 1992, en un intento por conseguir nuevas alianzas, el presidente Carlos Salinas de Gortari decidió restablecer las relaciones entre México y el Vaticano y, desde ese momento, la Iglesia católica se apresuró a retomar su papel de guardián de las conciencias y comenzó a opinar de manera cada vez más enfática sobre asuntos de interés público.
El triunfo del Partido Acción Nacional (pan) en 2000 ensanchó aún más su campo de acción… no tardó en volverse un refugio para grupos profundamente conservadores. Ello ha permitido que, si bien a nivel federal el partido mantiene una estrategia más o menos moderada, en muchos estados el pan permanezca bajo el control de católicos radicales, los cuales no han dudado en impulsar la agenda de la Iglesia en sus gobiernos y congresos.

Así, mientras la ciudad de México, gobernada por la izquierda de manera ininterrumpida desde 1993, se ha convertido en uno de los mayores bastiones de libertad moral y sexual del planeta –recientemente se aprobó una ley de plazos para el aborto y el matrimonio homosexual (sic) con posibilidad de adopción1–, en el resto del país, el pan, aliado de manera escandalosa con el Partido Revolucionario Institucional (pri) se ha dedicado a aprobar normas que no sólo retroceden frente a legislaciones anteriores, sino que llegan a penalizar de las maneras más severas a las mujeres que abortan, incluso en caso de violación, sólo porque así lo exige la Iglesia. Y, por supuesto, han impedido que el tema del matrimonio homosexual (sic) siquiera llegue a tocarse como una posibilidad cercana.
Seguir leyendo, página 43. http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf


La canción de los presos
Por: Eduardo Galeano
Núm. 2, febrero de 2009

Mala noticia para los ingenieros del horror: la máquina de la muerte produce vida. Cada piecita luce intacta y en su sitio, se han revisado y aceitado los engranajes, se han seguido al pie de la letra las instrucciones de los técnicos internacionales de mayor experiencia y prestigio. Sin embargo, ahí está aleteando, más viva que nunca, el alma humana. Hombres aislados, torturados, cotidianamente sometidos al tratamiento de la destrucción, responden creando. No tiene la voz rota ni apagada el corazón quien es capaz de decir:
a veces llueve
y te quiero
a veces sale el sol
y te quiero
la cárcel es a veces
siempre te quiero

Estos son poemas anónimos. Sus autores están presos en el Penal de Libertad, que así se llama, por traición al lenguaje, la principal cárcel de presos políticos del Uruguay. Han sido escritos en hojillas de papel de fumar y se han deslizado a través de los barrotes y los anchos muros de ese campo de concentración. Por ser obra de los presos, los poemas simbolizan perfectamente la situación de un país que está, todo entero, en prisión:

lo dijo un compañero
si eliminamos
órdenes
reglamentos
si hacemos caso omiso
a uniformes
rejas
si no tomamos en cuenta
a oficiales
y alcahuetes
lo dijo un compañero y yo lo creo aquí
en el calabozo grande estamos presos



Seguir leyendo, página 52. http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf


SEGURIDAD HUMANA 


En pos de la utopía
Por: Cecilia Loría
Núm. 12, diciembre de 2008

Yo ahora entiendo más que nunca ese significado de utopía porque es la mejor forma de mantener viva la esperanza y seguir siempre luchando hasta que las fuerzas nos alcancen. Nuestra causa –la igualdad de género– sigue viva gracias a ello y ha ido cambiando con el tiempo, adquiriendo cada vez mayor profundidad para identificar todas las formas de dominio y exclusión hacia las mujeres y para buscar los mecanismos de políticas que desmonten esas estructuras sociales, culturales y políticas, que las reproducen y las mantienen.
Tal vez nos faltan años luz para alcanzar realmente los mínimos de bienestar y justicia que deben garantizar la aplicación plena de los derechos humanos de las mujeres, sin embargo, no por ello podemos dejar de reconocer ni de sentirnos plenamente orgullosas por los grandes avances que se han alcanzado: la ley contra la violencia, la que permite la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y en cuanto a políticas públicas, todas las acciones que se han desarrollado en esta ciudad y a nivel nacional, por lograr la paridad en la participación política de las mujeres en cargos de elección, por implementar mecanismos para alcanzar la equidad en los presupuestos gubernamentales, y la atención de mujeres que han sido víctimas de la violencia.
La lista de acciones necesarias todavía es enorme y no termina nunca, pero no puedo dejar de sentirme inmensamente feliz cada vez que se da un paso hacia delante para alcanzar esa utopía.




El enfoque de género en las políticas públicas
Por: Marta Lamas
Núm. 8, agosto de 2009

El género es más que un poderoso principio de diferenciación social: es un brutal productor de discriminaciones y desigualdades. Las ideas y las prácticas de género jerarquizan social, económica y jurídicamente a los seres humanos. La diferencia anatómica entre mujeres y hombres no provoca por sí sola actitudes y conductas distintas, sino que las valoraciones de género introducen asimetrías en los derechos y las obligaciones, y esto produce capacidades y conductas económicas distintas en cada sexo. O sea, el género “traduce” la diferencia sexual en desigualdad social, económica y política; por eso las fuerzas del mercado reproducen las relaciones de género mientras que el sistema jurídico las legitima.


SISTEMA DE JUSTICIA


Periodistas: víctimas de primera línea del crimen organizado
Por: Mónica González Mujica
Núm. 6, junio de 2010

Soy una periodista chilena que formó parte de un grupo de profesionales que, desde el primer día del golpe de Estado y hasta el final de la dictadura, hizo lo que tenía que hacer: buscar la forma de informar para salvar vidas y abrirle camino a la libertad, sin protagonismos y en estrecha colaboración con otros ciudadanos que se propusieron el mismo objetivo. Hoy vengo con todos ellos hasta aquí, pero también traigo la voz de periodistas de varios países de América Latina en un momento crítico. Asistimos a un proceso inédito de consolidación de la democracia en una región en donde la tónica fue la asfixia de la libertad y el despojo permanente de los más vulnerables. Un hito histórico que cambió la dominación de la bota militar asociada al poder económico y al autoritarismo político por el voto popular.
Seguir leyendo, página 127. http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf

Nosotros somos los Zetas
Julio de 2009, estado de Tabasco
Por: Óscar Martínez
Núm. 6, junio de 2011

Tras un año de escuchar su nombre en cada lugar al que fuimos, decidimos ir a buscarlos. Pero ¿dónde? ¿Dónde se encuentra a los Zetas? Optamos por una pequeña localidad del estado de Tabasco, al inicio de la ruta que dominan. Fuimos a Tenosique y cuando los encontramos nos sorprendimos.
Los encontramos en unas niñas que vendían refrescos, en unos policías, en un periodista, en unos delincuentes de las vías. En un pueblo con miedo que descubrimos de la mano de un agente encubierto.
—Luego de más de una semana en esta zona no me queda otra que decirle que su vida tiene que ser muy complicada. ¡Diablos! Lo pienso y no entiendo cómo sigue vivo —le digo.
El agente encubierto sonríe con orgullo mientras me mira fijamente y sostiene un silencio misterioso. Voltea a ver hacia la puerta, a pesar de que sabe que estamos solos en este pequeño café con estructura de pecera, rodeado por cristales desde los que podemos ver hacia afuera y nos podrían ver de no ser por el árbol de mango que nos oculta en la mesita del fondo.
—Con inteligencia —responde al fin—. No me muevo en camioneta del año, de esas grandes. Nunca porto ni arma a la vista y no aparezco en eventos más de lo necesario.
Un evento aquí no puede ser otra cosa que el asesinato de algún policía de uno de los pueblos de esta franja del sureste mexicano, o la escena del crimen que queda detrás de una balacera entre militares y narcotraficantes, o la intervención armada en un rancho perdido entre el monte donde esos criminales, los que mandan aquí, los Zetas, tienen a un grupo de centroamericanos encerrados. El celebérrimo “secuestro exprés”.
—Pero a veces parece imposible conseguirlo. Esto es como un... ¡Hay que vivir en puntillas! Nunca se sabe quién es quién. No es posible estar seguro de si el que vende tacos sólo vende tacos o si los vende como coartada para vigilar la calle –insisto cuando aún estamos en el preludio de la conversación.




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