18 de octubre de 2012


DFENSOR
10 AÑOS



Diez años de compartir visiones y luchas
Por: Alejandro Solalinde Guerra

dfensor celebra sus diez años como espacio de libertad, como lugar de encuentro para exponer ideas y compartir experiencias en favor siempre del ser humano, en especial, de aquellas personas y colectivos más desfavorecidos. El mérito de dfensor no radica únicamente en su persistencia contra viento y marea, sino en la convergencia de opiniones ricas, doctas y autorizadas por su testimonio y su aval moral. Toda una pléyade apuntalando en cada entrega a la democracia y a los derechos humanos ¡en un contexto tan complejo e incierto como el vivido por México durante estos años!
Al cumplir este décimo aniversario podemos ver el contraste entre el contenido fiel a los derechos humanos y la democracia, y el contexto nacional convulso y violento en el que ya se perdió todo límite y código humano, ya no digamos cristiano. Y estamos hablando de una nación supuestamente católica y cristiana, en la que hoy son más creyentes los que defienden a la persona, que muchos asiduos a la religión.
Basta ver el directorio de la revista para calibrar la calidad de su Consejo, del equipo y de las personas que colaboran en ella. Un esfuerzo así representa para México un respiro de esperanza. No todo está perdido. Existen espacios como éste, desde donde se puede reorganizar la utopía. Felicidades a quienes lo hacen posible. Felicidades también al doctor Luis González Placencia por este logro, y por su gran desempeño en la lucha incansable por la cultura del respeto a los derechos humanos. En la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal encontramos siempre un espacio para nuestros clamores.
[…]
Hemos ido despertando a un mundo plural, preñado de procesos personales, sociales a todos los niveles. ¡México es un prisma polifacético, rico y complejo! Y es también un caleidoscopio variado en formas, texturas y colores, cuyas figuras son interpretadas y leídas desde diferentes ojos y experiencias. Actualmente percibimos realidades leídas desde distintas ubicaciones y puntos de vista. No hay más uniformidad con careta de unidad. La unidad solamente es posible desde la diversidad, la cual ha estado siempre ahí. Existe el derecho a ser y a ser diferente, el problema es que ha faltado reconocimiento a la diversidad, a la pluralidad, y también a las oportunidades de desarrollo integral de sus propios procesos personales y sociales, pero sobre todo ¡desde la libertad!
[…]
No es fácil para quienes transmiten mensajes de justicia y solidaridad, pues éstos desafían intereses poderosos y visiones mezquinas. Debo decirlo: este número de décimo aniversario ¡es un misil subversivo contra todo intento de opresión! Y lo es porque trabaja en el recinto de las conciencias y desde la libertad. No agradará a quienes buscan manipular a la gente para favorecer sus intereses egoístas, y conservar sus privilegios, poder, prestigio y dinero. No les caerá nada bien escuchar argumentos que promueven una sociedad más equitativa, plural e incluyente y nuevas formas de organización ciudadana. Todas estas aportaciones van configurando una comunidad solidaria en torno al ser humano, con prioridad en los más olvidados de nuestra sociedad, los que menos han contado con nuestro cuidado, con nuestro amor.
[…]
No hay realidades simples, sino interpretaciones simples de realidades complejas. Cada perspectiva compartida en este número es una invitación a mirar más y mejor, desde diversas experiencias y ubicaciones. Desde ahí cada quien podrá interpretar las realidades, en particular aquellas a las que uno es más sensible. Cada quien tiene su causa, sin embargo, si las juntamos todas, defienden lo mismo: al ser humano.
La verdad nos hará libres. ¿Qué es eso sino lo que se quiere difundir en dfensor? ¿No es acaso esa verdad la que anhelamos compartir para ser un país más libre de corrupción, pobreza, violencia e inconsciencia? ¿No apostamos por que estas ricas visiones nos lleven a prácticas mejores para sacar a México de la situación en la que está?
La gente en su conjunto es sabia, opina bien; aunque nos cueste trabajo aceptarla. Enhorabuena por este décimo aniversario. Con gusto recibimos la riqueza de su contenido.


DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS


Los dos Méxicos
Por: Jorge Volpi
Núm. 3, marzo de 2010

Desde mediados del siglo xxi, México se había caracterizado por poseer uno de los regímenes laicos más sólidos del planeta: las Leyes de Reforma separaron al Estado de la Iglesia y confinaron a esta última a la esfera privada de los ciudadanos. Sin duda se les puede achacar (sic) una infinita cantidad de defectos a los gobiernos mexicanos que se sucedieron desde entonces, pero el laicismo es uno de sus pocos logros inequívocos, pues permitió el desarrollo de una sociedad más abierta y menos dependiente de los chantajes ultraterrenos. Pero en 1992, en un intento por conseguir nuevas alianzas, el presidente Carlos Salinas de Gortari decidió restablecer las relaciones entre México y el Vaticano y, desde ese momento, la Iglesia católica se apresuró a retomar su papel de guardián de las conciencias y comenzó a opinar de manera cada vez más enfática sobre asuntos de interés público.
El triunfo del Partido Acción Nacional (pan) en 2000 ensanchó aún más su campo de acción… no tardó en volverse un refugio para grupos profundamente conservadores. Ello ha permitido que, si bien a nivel federal el partido mantiene una estrategia más o menos moderada, en muchos estados el pan permanezca bajo el control de católicos radicales, los cuales no han dudado en impulsar la agenda de la Iglesia en sus gobiernos y congresos.

Así, mientras la ciudad de México, gobernada por la izquierda de manera ininterrumpida desde 1993, se ha convertido en uno de los mayores bastiones de libertad moral y sexual del planeta –recientemente se aprobó una ley de plazos para el aborto y el matrimonio homosexual (sic) con posibilidad de adopción1–, en el resto del país, el pan, aliado de manera escandalosa con el Partido Revolucionario Institucional (pri) se ha dedicado a aprobar normas que no sólo retroceden frente a legislaciones anteriores, sino que llegan a penalizar de las maneras más severas a las mujeres que abortan, incluso en caso de violación, sólo porque así lo exige la Iglesia. Y, por supuesto, han impedido que el tema del matrimonio homosexual (sic) siquiera llegue a tocarse como una posibilidad cercana.
Seguir leyendo, página 43. http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf


La canción de los presos
Por: Eduardo Galeano
Núm. 2, febrero de 2009

Mala noticia para los ingenieros del horror: la máquina de la muerte produce vida. Cada piecita luce intacta y en su sitio, se han revisado y aceitado los engranajes, se han seguido al pie de la letra las instrucciones de los técnicos internacionales de mayor experiencia y prestigio. Sin embargo, ahí está aleteando, más viva que nunca, el alma humana. Hombres aislados, torturados, cotidianamente sometidos al tratamiento de la destrucción, responden creando. No tiene la voz rota ni apagada el corazón quien es capaz de decir:
a veces llueve
y te quiero
a veces sale el sol
y te quiero
la cárcel es a veces
siempre te quiero

Estos son poemas anónimos. Sus autores están presos en el Penal de Libertad, que así se llama, por traición al lenguaje, la principal cárcel de presos políticos del Uruguay. Han sido escritos en hojillas de papel de fumar y se han deslizado a través de los barrotes y los anchos muros de ese campo de concentración. Por ser obra de los presos, los poemas simbolizan perfectamente la situación de un país que está, todo entero, en prisión:

lo dijo un compañero
si eliminamos
órdenes
reglamentos
si hacemos caso omiso
a uniformes
rejas
si no tomamos en cuenta
a oficiales
y alcahuetes
lo dijo un compañero y yo lo creo aquí
en el calabozo grande estamos presos



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SEGURIDAD HUMANA 


En pos de la utopía
Por: Cecilia Loría
Núm. 12, diciembre de 2008

Yo ahora entiendo más que nunca ese significado de utopía porque es la mejor forma de mantener viva la esperanza y seguir siempre luchando hasta que las fuerzas nos alcancen. Nuestra causa –la igualdad de género– sigue viva gracias a ello y ha ido cambiando con el tiempo, adquiriendo cada vez mayor profundidad para identificar todas las formas de dominio y exclusión hacia las mujeres y para buscar los mecanismos de políticas que desmonten esas estructuras sociales, culturales y políticas, que las reproducen y las mantienen.
Tal vez nos faltan años luz para alcanzar realmente los mínimos de bienestar y justicia que deben garantizar la aplicación plena de los derechos humanos de las mujeres, sin embargo, no por ello podemos dejar de reconocer ni de sentirnos plenamente orgullosas por los grandes avances que se han alcanzado: la ley contra la violencia, la que permite la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, y en cuanto a políticas públicas, todas las acciones que se han desarrollado en esta ciudad y a nivel nacional, por lograr la paridad en la participación política de las mujeres en cargos de elección, por implementar mecanismos para alcanzar la equidad en los presupuestos gubernamentales, y la atención de mujeres que han sido víctimas de la violencia.
La lista de acciones necesarias todavía es enorme y no termina nunca, pero no puedo dejar de sentirme inmensamente feliz cada vez que se da un paso hacia delante para alcanzar esa utopía.




El enfoque de género en las políticas públicas
Por: Marta Lamas
Núm. 8, agosto de 2009

El género es más que un poderoso principio de diferenciación social: es un brutal productor de discriminaciones y desigualdades. Las ideas y las prácticas de género jerarquizan social, económica y jurídicamente a los seres humanos. La diferencia anatómica entre mujeres y hombres no provoca por sí sola actitudes y conductas distintas, sino que las valoraciones de género introducen asimetrías en los derechos y las obligaciones, y esto produce capacidades y conductas económicas distintas en cada sexo. O sea, el género “traduce” la diferencia sexual en desigualdad social, económica y política; por eso las fuerzas del mercado reproducen las relaciones de género mientras que el sistema jurídico las legitima.


SISTEMA DE JUSTICIA


Periodistas: víctimas de primera línea del crimen organizado
Por: Mónica González Mujica
Núm. 6, junio de 2010

Soy una periodista chilena que formó parte de un grupo de profesionales que, desde el primer día del golpe de Estado y hasta el final de la dictadura, hizo lo que tenía que hacer: buscar la forma de informar para salvar vidas y abrirle camino a la libertad, sin protagonismos y en estrecha colaboración con otros ciudadanos que se propusieron el mismo objetivo. Hoy vengo con todos ellos hasta aquí, pero también traigo la voz de periodistas de varios países de América Latina en un momento crítico. Asistimos a un proceso inédito de consolidación de la democracia en una región en donde la tónica fue la asfixia de la libertad y el despojo permanente de los más vulnerables. Un hito histórico que cambió la dominación de la bota militar asociada al poder económico y al autoritarismo político por el voto popular.
Seguir leyendo, página 127. http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf

Nosotros somos los Zetas
Julio de 2009, estado de Tabasco
Por: Óscar Martínez
Núm. 6, junio de 2011

Tras un año de escuchar su nombre en cada lugar al que fuimos, decidimos ir a buscarlos. Pero ¿dónde? ¿Dónde se encuentra a los Zetas? Optamos por una pequeña localidad del estado de Tabasco, al inicio de la ruta que dominan. Fuimos a Tenosique y cuando los encontramos nos sorprendimos.
Los encontramos en unas niñas que vendían refrescos, en unos policías, en un periodista, en unos delincuentes de las vías. En un pueblo con miedo que descubrimos de la mano de un agente encubierto.
—Luego de más de una semana en esta zona no me queda otra que decirle que su vida tiene que ser muy complicada. ¡Diablos! Lo pienso y no entiendo cómo sigue vivo —le digo.
El agente encubierto sonríe con orgullo mientras me mira fijamente y sostiene un silencio misterioso. Voltea a ver hacia la puerta, a pesar de que sabe que estamos solos en este pequeño café con estructura de pecera, rodeado por cristales desde los que podemos ver hacia afuera y nos podrían ver de no ser por el árbol de mango que nos oculta en la mesita del fondo.
—Con inteligencia —responde al fin—. No me muevo en camioneta del año, de esas grandes. Nunca porto ni arma a la vista y no aparezco en eventos más de lo necesario.
Un evento aquí no puede ser otra cosa que el asesinato de algún policía de uno de los pueblos de esta franja del sureste mexicano, o la escena del crimen que queda detrás de una balacera entre militares y narcotraficantes, o la intervención armada en un rancho perdido entre el monte donde esos criminales, los que mandan aquí, los Zetas, tienen a un grupo de centroamericanos encerrados. El celebérrimo “secuestro exprés”.
—Pero a veces parece imposible conseguirlo. Esto es como un... ¡Hay que vivir en puntillas! Nunca se sabe quién es quién. No es posible estar seguro de si el que vende tacos sólo vende tacos o si los vende como coartada para vigilar la calle –insisto cuando aún estamos en el preludio de la conversación.




Dfensor 10 años compila diversos artículos de las ediciones de 2006 a 2011, donde 28 autores reflexionan sobre el tema de derechos humanos desde distintos ámbitos. Entre los temas que se abordan se encuentran: democracia y derechos fundamentales, libertad de expresión, tolerancia y convivencia, discriminación, derechos de las mujeres, derechos indígenas, participación ciudadana, entre otros.  La edición completa se encuentra disponible en: http://dfensor.cdhdf.org.mx/dfensor_10_esp.pdf