16 de febrero de 2010

La libertad de expresión y la nueva era de la comunicación global

Isaín Mandujano*


“Ahora soy libre”, me dice Paco Gurguha, un amigo periodista que decidió romper su relación laboral con un diario impreso donde, según él, recibía “línea” de no tocar a ciertos personajes políticos.

“Qué bueno que subió nuestra denuncia a su blog y a su Facebook, lo vio el alcalde y ahora sí creo que nos harán caso”, dice el vocero de un movimiento ciudadano que reclama conmemorar una fecha histórica en el marco del bicentenario de la Independencia. “Agradecemos que usted nos apoye; le temen al Facebook”, agregó.

El internet está marcando una nueva era de la comunicación global. Lo que empezó como un recurso militar ha revolucionado nuestra forma de comunicarnos. En el marco de esa superautopista de la información, como se le conoce, se ha dado ya la convergencia tecnológica mediática. Primero fueron los medios impresos, poco a poco le siguió la radio y de una forma más novedosa ahora le sigue la televisión.

Cuando apareció la radio como medio de comunicación se creía que los diarios desaparecerían, cuando emergió la televisión se creyó que desplazaría a la radio; pero nada más erróneo, todos se complementaron. El internet seguramente no sustituirá a estos medios, pero sin duda los complementará.

En ese contexto, otros recursos se han venido a sumar como una vía de escape, como una catarsis para hacer efectivo el derecho a la libertad de expresión y el derecho de acceder a la información que otros generan. Gracias a las redes sociales y otros recursos alternativos, hacer efectivo nuestro derecho a la libertad de expresión no tiene mayores. obstáculos que los que se imponen en los medios tradicionales ya conocidos.

Sin duda, con publicidad incluida, las redes sociales ofrecen acceso libre para interactuar con nuestros semejantes en la red de redes. Por experiencia propia puedo sugerir que al menos la comunidad bloguera se ha fortalecido mucho en los últimos años, desde que este recurso resultó muy efectivo para los soldados estadounidenses que compartían sus experiencias en los frentes de batalla de Irak.

Los blogs han fortalecido el periodismo ciudadano que hace ruido entre profesionales de la vieja guardia quienes, entre el celo y la amenaza por sentirse quizás desplazados, cuestionan de inmediato la nula formación en el oficio de quienes pretenden hacerlo.

Hoy, los blogs no sólo reproducen información, sino que también la generan y hasta se vuelven fuentes informativas para los medios tradicionales. En Chiapas, los blogs le dan la vuelta a la censura en los medios tradicionales. Ejemplo de ello son sitios como http://lasnopublicadas.%20blogspot.com/  y http://periodismosincensurachis.%20blogspot.com/.

Los blogs generan polémica, discusión y debate en la actualidad. Pero, sobre todo aquéllos especializados en una materia, los más incisivos y que comparten información novedosa, son los que se ganan un espacio privilegiado en el mundo de la información.

En Chiapas, el blog más visitado no es el de un periodista sino el de una maestra de preescolar, Jordana Amarantha, quien desde http://educpreescolar.blogspot.%20com/ ha podido interactuar con miles de personas en todo el mundo.

Los blogs están marcando la pauta. Los periódicos“quieren ser blogs, están hartos de su situación impresa y se sienten virtuales. Todos los directores de periódicos que conozco se sientan al frente de un blog, no de un diario. Las empresas tienden a ser multimedia”, dijo Carlos Monsiváis en septiembre de 2008.



El nuevo periodista del siglo XXI

Por segunda ocasión, en el verano de 2009, se realizó en Chiapas el curso de periodismo digital para colegas interesados en incursionar con las nuevas herramientas en la era de la comunicación por internet. En promedio 40 comunicadores terminaron siendo no expertos, pero sí entusiastas periodistas dispuestos a entrar a la nueva era de las redes sociales. Y es que hoy, para poder encajar en el nuevo escenario mediático, es menester ser un periodista multimedia.

Se les capacitó con la firme intención de no tener miedo a perder el trabajo que conservan en los medios tradicionales, de que podrían ser emprendedores y desarrollar su propio espacio laboral. Muchos tienen muy claro ese camino y empiezan a explorar este nuevo escenario mediático.

No todo se reduce al manejo de blogs; deben tener habilidades para redactar en la web, producir pequeños reportajes en video o editar audios. Claro que es básico el manejo de software para la edición de audio y video. El nuevo comunicador del siglo XXI debe diversificar sus formas no sólo de informarse sino de informar a sus lectores, expandir su derecho a la libertad de expresión y el derecho de otros a estar informados.

Redes sociales

En la actualidad ningún periodista puede ni debe desaprovechar los recursos que la red de redes ofrece; las redes sociales cada día cobran más importancia en el panorama de la comunicación del siglo XXI . Facebook, con más de 350 millones de usuarios en el mundo, es la que vino a desplazar al servicio de MySpace que reinaba en internet.

Facebook es una herramienta muy efectiva no sólo para la difusión de noticias sino también para el debate y la generación de ideas. Es una herramienta idónea para interactuar con otros consumidores de información.

El terror que se impregnó a las redes sociales, con el argumento de que son fuente de información para los secuestradores, se ha ido diluyendo al darnos cuenta de que puede ser ideal para el uso periodístico. La empresa del joven Mark Zuckerberg genera ese debate al instante con quienes compartimos nuestros enlaces, fotos, comentarios, videos y demás documentos.

Parodio una cita de Fernando Savater en su libro Ética para Amador: “uno es más humano en la medida en que más interactúa con otros seres humanos”; yo creo que Facebook es la herramienta por excelencia para ello, pues permite que la interrelación virtual sea más estrecha.


Si bien Facebook se apuntalaba para ser la reina de las redes, Twitter se perfiló a la cabeza de medios y periodistas que tienen presencia en ella de una forma más activa que la que podrían tener o tienen en Facebook. Magnates, empresarios, activistas, periodistas, médicos, abogados, políticos, medios, marcas, instituciones, ciudadanos, artistas, actores y una gran diversidad de personas se dan cita todos los días en esa nueva red social de Jack Dorsey.

En menos de 140 caracteres se pueden compartir mensajes multimedia a través de ligas, textos, fotos, videos, música y muchas sugerencias y recomendaciones más. Debates que han incidido en la vida pública nacional se han generado en esa nueva red social a la que muchos le temen entrar pero de la cual, cuando entran, es difícil que escapen.

Debates etiquetados como Internet Necesario –que demandaba el no al aumento del impuesto sobre internet–, o bien el de Esteban Arce fuera del aire –que reprochaba los comentarios homofóbicos del conductor de un programa de Televisa–, saltaron de las redes sociales a los medios tradicionales. Así, hoy por hoy las redes sociales marcan la pauta, ya que ahora son también fuentes de información.

La censura de los medios tradicionales poco a poco será un suceso relativo. Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, quien se queja de cómo las dos grandes empresas lo vetan en sus espacios noticiosos, ahora ha optado por YouTube para dar sus mensajes a los mexicanos adherentes a su causa.

No hay pretexto para quejarnos de censura cuando la nueva ventana que se nos abre es la de internet; pero eso sí, la otra problemática es que no todos los mexicanos tienen acceso a ese mundo nuevo. Éste es otro reclamo que debemos hacer al Estado mexicano, el internet como un derecho humano del siglo XXI .


* Periodista especializado en la cobertura de temas de derechos humanos, política y sociedad; corresponsal del semanario Proceso en Chiapas desde 1998 y promotor del periodismo digital en dicha entidad.

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